La duodécima etapa del Giro de Italia 2020 tenía inicio y salida en Cesenatico con 205 kilómetros en los que había que ascender varios puertos de montaña. Una jornada que seguía casi por completo el recorrido del famoso Gran Fondo Amatoriale Nove Colli.
En un día protagonizado por la lluvia tardó en formarse la escapada aunque el recorrido invitaba con un continuo sube y baja desde el kilómetro 25. Fue, precisamente, en la parte final de esa primera cota no puntuable de Polenta cuando se destacó un grupo con trece ciclistas. François Bidard (AG2R La Mondiale), Simon Pellaud (Androni Giocattoli – Sidermec), Manuele Boaro (Astana), Mark Padun (Bahrain McLaren), Cesare Benedetti (BORA hansgrohe), Joey Rosskopf (CCC), Jesper Hansen (Cofidis, Solutions Crédits), Simon Clarke (EF Pro Cycling), Albert Torres (Movistar), Victor Campenaerts (NTT), Jhonatan Narváez (INEOS Grenadiers), Max Richeze (UAE Emirates) y Etienne Van Empel (Vini Zabù – KTM) formaron ese grupo, al que también se unió después Héctor Carretero (Movistar). Muchos equipos protagonistas en la escapada que viendo el recorrido tenía muchas opciones de llegar.
Después de poco más de 70 kilómetros la fuga alcanzó la renta máxima situada en los 13 minutos sobre un pelotón que se lo tomó con tranquilidad hasta que los ciclistas del NTT sudafricano comenzaron a ponerle ritmo a la carrera. Con los corredores del equipo liderado por Pozzovivo tirando la diferencia con los catorce escapados se redujo hasta los siete minutos faltando 100 kilómetros.
A falta de 85 kilómetros comenzó a llover y los ciclistas comenzaron a tomar más precauciones. Tras coronar Perticara (3ª categoría), Pellaud, Benedetti y Rosskopf rompieron la fuga y cogieron unos metros de ventaja. Sin embargo, la situación de la escapada volvió a cambiar en la ascensión a Modonna di Pugliano (3ª categoría) con Rosskopf, Pellaud, Bidard, Paudn, Boaro, Hansen y Narváez al frente. En ese puerto, en el grupo de los favoritos, se quedó Ilnur Zakarin, que se despidió de luchar por la maglia rosa.
Tras varios movimientos en la fuga primero se marchó Clarke y después se movieron Narváez y Padun. Estos dos impusieron un ritmo muy alto a falta de 50 kilómetros que acabó reventando a Clarke y se marcharon los dos. Rodaron juntos hasta que a falta de 24 kilómetros el ucraniano, en pleno descenso del último puerto, sufrió un pinchazo. El ecuatoriano no esperó a su compañero, que perdió mucho tiempo en cambiar la rueda.
Narvaéz se marchó en solitario en busca de la victoria ante la amenaza de Padun, que consiguió rebajar la distancia hasta los 10 segundo, pero que a falta de 8 kilómetros terminado reventando tras el apretón que se había metido buscando conectar con el ecuatoriano.
El ciclista del Ineos no aflojó hasta los últimos metros y se impuso en solitario con más de un minuto de ventaja sobre un Padun que se tuvo que conformar con el segundo puesto. Segunda victoria ecuatoriana en el Giro de Italia tras la que consiguió Caicedo. Narváez obtuvo su cuarto triunfo como profesional. El grupo reducido de los favoritos llegó a más de ocho minutos y Almeida vestirá de nuevo la maglia rosa mañana en una etapa llana con dos puertos de cuarta categoría en la parte final.
