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Peter Sagan conquista su tercera Gante-Wevelgem

Foto: Bettini Photo

• Elia Viviani la baza del Quick Step para el sprint decidió seguir la rueda de Demare.
• Sagan fue por la parte izquierda en solitario y tuvo el camino más despejado.

25 marzo, 201816 abril, 2018

Peter Sagan (Bora Hansgrohe) se alzó con su tercer triunfo en la Gante-Wevelgem, tras imponerse este domingo al esprint al italiano Elia Viviani (Quick Step), que lloraba desconsolado en línea de meta, y al francés Arnaud Demare (Groupama-FDJ), que fue tercero en la prueba.

El eslovaco supo abrirse con tiempo por la parte izquierda de la carretera sin que ningún corredor le pudiese cerrar ni le hiciese sombra. Sin embargo, Elia Viviani la baza del Quick Step para el sprint (contaba con cuatro ciclistas en el grupo de favoritos) decidió seguir la rueda de Demare y en la parte final del sprint se quedó cerrado por la progresión del francés, lo que le hizo perder unos metros necesarios para haber podido superar a Sagan.

El vigente campeón del Mundo, que invirtió un tiempo de 5:53.35 horas en completar los 250,8 kilómetros del recorrido, volvió a hacer valer su instinto ganador en los metros finales para romper la «tiranía» del Quick Step, que hasta ahora había dominado con mano de hierro las clásicas belgas. Un dominio que el Quick Step parecía en disposición de poder prolongar este domingo en la Gante-Wevelgem, tras colocar hasta cuatro corredores en el reducido grupo de veintitrés ciclistas que se disputaron la victoria. Entre ellos, el italiano Elia Viviani, ganador el pasado miércoles de los Tres Días de la Panne, y que contaba con la colaboración de tres «gregarios» de lujo como los belgas Yves Lampaert y Philippe Gilbert y el checo Zdenek Stybar.

MARCUS BURGHARDT, UN TODOTERRENO

Con un compañero menos contaba el eslovaco Peter Sagan, que encaró los últimos kilómetros de la prueba con la única ayuda del campeón alemán Marcus Burghardt. Sin embargo, como ya ha demostrado en infinidad de ocasiones, Sagan no necesita de nadie para cruzar en primera posición la línea de meta, gracias a su capacidad para leer como pocos los momentos decisivos de la prueba.

Tal y como volvió a comprobarse este domingo en Wevelgem, donde nadie pudo responder al demarraje final del eslovaco, que se impuso por delante de un Elia Viviani, que no pudo contener las lágrimas tras cruzar la llegada. Y es que todo parecía destinado para el triunfo del transalpino, poseedor de una mayor punta de velocidad terminal que el eslovaco, en una prueba en la que el Quick Step apostó por la llegada al esprint tras dar caza a los fugados a falta de 25 kilómetros para la línea de meta.

Ni los once «muros» que jalonaban el trazado, ni los numerosos intentos de escapa, variaron el planteamiento del Quick Step, que apostó desde el inicio por el triunfo al esprint de un Viviani que llegaba Flandes en un perfecto estado de forma. De hecho, el conjunto belga no dudó en poner a trabajar a toda una superestrella como Philippe Gilbert para que nadie rompiera la disciplina del reducido grupo cabecero en los kilómetros finales.

Guión contra el que se rebeló Peter Sagan, el vigente campeón mundial, que rompió los planes del Quick Step con un fortísimo demarraje por la parte izquierda de la calzada, mientras que Viviani tenía que pelear con el francés Arnaud Demare por la parte derecha para ocupar la segunda plaza.Una victoria que permite a Sagan, que ya se impuso en la clásica belga en los años 2013 y 2016, igualar a leyendas como los belgas Eddy Merckx o Tom Boonen con tres triunfos en la Gante-Wevelgem.

CLASIFICACIÓN FINAL