Las clásicas belgas contra viento y marea, ahora en la Kuurne-Bruselas-Kuurne

Peter Sagan ganó la Kuurne-Bruselas-Kuurne en 2018 (Foto: KBK).Foto: KBK
  • La lluvia y el viento pueden provocar abanicos que decanten la carrera

Las clásicas de primavera han comenzado y ya nadie las para. Después de la victoria de Stybar en la Omloop llega el turno para la Kuurne-Bruselas-Kuurne en donde los clasicómanos llegan a un circuito altamente conocido. Adoquines, grandes cotas y momentos para todos, y es que la segunda clásica del año contará con una subida a la Côte de Trieu, en poco más de un kilómetro al 7%. Esta llevará al Oude Kwaremont en una ascensión adoquinada que podría provocar que la carrera se decante para alguno de los favoritos. Todo ello en un día donde se esperan lluvias para toda la jornada, lo que podría favorecer a una fuga que aprovecharía el viento que se producirá durante la carrera.

Entre los aspirantes a la segunda clásica del año el Deceuninck Quick-Step no podrá contar con Jakobsen por enfermedad, algo que le trastoca los planes y les hace llegar con Štybar, Jungels y Lampaert. El Quick-Step busca seguir sumando en 2019, pero habrá muchos que intentará impedírselo. Oliver Naesen llega como primera baza del Ag2r, quien también cuenta con Clément Venturini para una posible llegada al sprint. Por otro lado estará Matteo Trentin, quien previsiblemente buscará su oportunidad en un ataque tras la ascensión al Kwaremont, algo que le beneficiaría para no provocar una llegada al sprint. Otro de los nombres en la Omloop fue el de Alexey Lutsenko, quien fue sorprendido por Stybar y no consiguió rehacerse por lo que intentará dar la sorpresa en la segunda clásica del año. Y con una climatología adversa, en donde el viento puede provocar cortes por abanicos, estará al loro Niki Terpstra. Buscará llegar en solitario para apuntarse la segunda clásica.

Llega la segunda clásica del año 2019 tras la Omloop y con los máximos competidores en busca de la victoria. Una fuga, una llegada en solitario o el sprint se puede dar en la Kuurne-Bruselas-Kuurne. Todo ello con un recorrido de unos 200 kilómetros con pasos en alto y tramos adoquinados que estarán acompañados por la mala climatología.

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