La historia habla por sí misma en las 21 curvas del Alpe d’Huez

Valle Blanco en la falda del Alpe d´Huez, meta de la 12ª etapa.
  • De todos los que hasta ahora se han impuesto en la estación invernal alpina, ninguno ha conseguido hacerlo en más de dos ocasiones.
  • Nadie ha ganado tres veces la etapa y solo seis corredores han conseguido repetir victoria.

La historia del Tour de Francia cuenta con numerosas ascensiones a las que se les atribuye un notable misticismo, pero sólo hay un puerto que es conocido por sus curvas de herradura, el Alpe d’Huez en el corazón de los Alpes que tiene nombradas en numeración decreciente desde el número 21.

Aunque la primera irrupción de la subida a Alpe d’Huez en la Grande Boucle fue relativamente temprana, en la edición de 1952, tuvieron que transcurrir 24 años, hasta 1976, para que volviese a aparecer en un recorrido, siempre como final de etapa, salvo en 2013 que se pasó en dos ocasiones, la segunda como meta.

El dominio que ejercieron en la ascensión de Alpe d’Huez los ciclistas holandeses en su vuelta al trazado del Tour en 1976 donde sumaron entre 1976 y 1989 un total de ocho victorias en trece finales llevó a conocerla como «la cima de los holandeses», aunque desde que Gert Jan Theunisse ganó, ningún otro tulipán ha sido capaz de volver a hacerlo.

Los siguientes son los italianos con siete triunfos. El mito Fausto Coppi fue el encargado de inaugurar el palmarés de triunfos en esta cima que con la llegada de la duodécima etapa del Tour 2018 habrá visto alzar los brazos a una treintena de corredores. Después de los italianos, van los franceses: Pierre Rolland (2011), Christophe Riblon (2013) y Tibot Pinaut (2015), se han impuesto las tres últimas veces que ha llegado a este puerto la carrera gala.

Entre los españoles, únicamente tres han conseguido triunfar en esta mitificada cima, entre las que destaca especialmente la del abulense Carlos Sastre ya que fue en ella donde dio el paso definitivo para hacerse con el maillot amarillo final. El primero en hacerlo fue el vizcaíno Federico Etxabe en 1987, y posteriormente su paisano Ibán Mayo en 2003.

MEJORES REGISTROS

Desde hace unos años el Tour cronometra los 13,8 kilómetros de ascensión, con un porcentaje medio del 8,2 por ciento y rampas que alcanzan el 11,5 %, y el mejor registro no se ha mejorado desde que en 1995 Marco Pantani firmase un tiempo de 36 minutos y 40 segundos.

En ese mismo año el español Miguel Induráin, en su quinto y último Tour triunfal, paró el reloj tras Pantani en 38 minutos y 4 segundos, el mismo que el suizo Alex Zulle y dos menos que el danés Bjarne Riis, que ocupan en la tabla los puestos séptimo al noveno.

Tampoco le sirvió en 1997 al alemán Jan Ullrich para ganar la etapa conseguir el quinto registro histórico, ya que fue batido por Pantani con la segunda mejor marca con 36 minutos y 53 segundos, trece segundos más lento que lo había hecho dos años antes.

Entre los diez mejores tiempos registrados en Alpe d’Huez no hay ninguno posterior a 2004, cuando Lance Armstrong marcó 38 minutos y 4 segundos.

REPETIDORES

De todos los que hasta ahora se han impuesto en la estación invernal alpina, ninguno ha conseguido hacerlo en más de dos ocasiones. El holandés Joop Zoetemelk fue el primero en hacerlo en 1976 y también en 1979, un año en el que hubo dos finales en esta misma cima. El resto de ciclistas que han conseguido ganar dos veces han sido los también holandeses Hennie Kuiper (1977, 1978) y Peter Winnen (1981, 1983); los italianos Gianni Bugno (1990 y 1991) y Marco Pantani (1995, 1997) y el estadounidense Lance Armstrong (2001 y 2004), aunque de este último se borraron todas sus victorias por su relación con el dopaje.

De los ciclistas en activo que podría aspirar a incluirse en este grupo de dobles triunfadores es el galo Pierre Rolland (Education First) que es el único presente en el pelotón, ya que su compatriota Thibaut Pinot (Groupama FDJ) no ha sido incluido en el nueve.

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