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La Volta a Cataluña mantiene su recorrido de 2020

2 marzo, 20212 marzo, 2021

Después de que la Volta a Cataluña se tuviera que posponer el año pasado debido a la pandemia de Covid-19, este año se ha podido mantener el recorrido previsto para una edición tan especial como la 100 gracias a la complicidad mostrada por los municipios a la hora de reafirmar su estatus de salida o final de etapa. De este modo, solo ha sido necesario hacer variaciones en algunos tramos, pero manteniendo el objetivo de presentar una Volta con muchos alicientes en cada jornada. De hecho, después de 14 años, la carrera recupera una contrarreloj individual, habrá dos llegadas en alto y espacios propicios para escapadas o llegadas al sprint.

La variedad y la exigencia definen el recorrido de la edición 100 de la Volta a Cataluña, que ya ultima los preparativos para arrancar el 22 de marzo desde Calella. Más de 1.000 km distribuidos en siete etapas, todo tipo de perfiles y la presencia de la élite del ciclismo mundial propician una semana de grandes emociones por las carreteras catalanas.

La edición 100 también rendirá homenaje a seis corredores que han dejado huella en la larga historia de la Volta. Además de los premios habituales, al final de cada etapa -a excepción de la contrarreloj- se entregará un trofeo conmemorativo a aquel corredor que haya ganado el sprint especial bonificado situado en el km 100 y que llevará el nombre de uno de estos seis ciclistas icónicos: Sebastià Masdeu, Mariano Cañardo, Miquel Poblet, Joaquín Galera, Miguel Indurain y Alejandro Valverde.

RECORRIDO

Por novena edición consecutiva, la Volta arranca en Calella, sede de una primera etapa de media montaña que invita a las escapadas. La carrera pondrá rumbo hacia Tossa de Mar y Vidreres, donde se disputarán sprints intermedios, para después afrontar la subida al puerto de Les Guilleries. La principal dificultad montañosa de la jornada será el puerto de Santa Fe del Montseny (1ª categoría), y antes de volver a hacia Calella todavía se deberá superar el Collsacreu, ya a solo 17 km para meta.

La segunda etapa será la contrarreloj que, con inicio y final en Banyoles, transcurrirá por el Pla de l’Estany. Se trata de una crono corta (18,5 km) y sin dificultades montañosas, que no debe permitir sacar grandes diferencias, pero sí empezar a posicionar a los candidatos a la general.

Con 203 km, la tercera etapa será la más larga de la edición 100 de la prueba y presenta como momento álgido los últimos 12 km de ascenso a la estación de Vallter 2000, de categoría especial. Por primera vez el Canal Olímpic de Catalunya recibirá una salida de la Volta y en el recorrido hasta Vallter habrá sprints intermedios en Sant Fruitós de Bages y Perafita.

La alta montaña define la cuarta etapa de la Volta, que se iniciará en Ripoll y por segundo día consecutivo acabará en alto. Será en la estación de Port Ainé, pero este no será el único puerto de categoría especial presente en la jornada. Antes, los corredores deberán superar primero el Coll de Toses (1ª categoría) y el puerto del Cantó (especial). Los sprints intermedios estarán situados en Ribes de Freser y La Seu d’Urgell.

La quinta etapa enlazará La Pobla de Segur y Manresa, con sprint intermedio en Calaf, y tendrá un escenario muy especial en el tramo final del recorrido: la montaña de Montserrat (1ª categoría). Después de un primer paso por la meta de Manresa, la carrera subirá hasta el emblemático monasterio para volver hacia la capital del Bages. 

La sexta etapa también incluye en el recorrido un espacio emblemático: el circuito de Catalunya. El pelotón saldrá desde la zona de l’Anella Mediterrània de Tarragona en un trayecto sin grandes dificultades montañosas y que tendrá sprints intermedios en Sant Jaume dels Domenys y sobre el asfalto de la recta del circuito. Un espacio idóneo para ver en acción a los velocistas, así como lo es también la recta justo antes de entrar en la meta de Mataró. 

Barcelona, ​​y en concreto la montaña de Montjuïc, volverá a ser protagonista de la última etapa de la Volta. El pelotón rodará primero por los alrededores de la capital catalana, haciendo un sprint intermedio en Molins de Rei y subiendo el Coll de la Creu d’Ordal antes de volver a entrar a la ciudad y afrontar seis subidas a Montjuïc. Esta vez, sin embargo, se sube por el lado del castillo, con rampas muy exigentes que mantendrán la emoción por el desenlace de la carrera hasta el final.

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