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Arnaud Demare, un enamorado de la jardinería y los productos ecológicos

Arnaud Demare sobrevivió al paso de los Alpes y Pirineos en el Tour de Francia 2018.Foto: ASO/Pauline Ballet.

El francés Arnaud Demare sobrevivió al paso de los Alpes y Pirineos sin llegar fuera de control, un escenario que a este ciclista de Picardía le enamora, pero «fuera de las carreras». Aficionado a la jardinería y al cultivo de productos ecológicos, sueña con la París-Roubaix mientras ya disfruta desde 2016 de su triunfo en la Milán-San Remo.

El ganador de la etapa con final en Pau en este Tour de Francia, de 26 años, se siente muy unido a su tierra, Picardía. Reside cerca de Beauvais, a menos de un kilómetro de la casa de su infancia. Cerca de su hogar, se ocupa de un huerto que cultiva de acuerdo con métodos naturales, como seguidor de la permacultura (deja que el suelo viva y se regenere).

Su padre siempre tenía un huerto, y explica que «cuando estás acostumbrado a comer verduras de tus padres, rápidamente echas de menos comer cosas buenas cuando abres latas. Trato de comer bien, cocino con vapor o como crudo para no perder las propiedades . Mi comida me ofrece vitaminas y eso está vinculado a mi rendimiento».Aunque sufrió lo indecible en los puertos de los Alpes y Pirineos, Demare es un amante de la montaña.

Arnaud DEmare se abraza a su compañero de la FDJ tras ganar en Pau (Foto: ASO/P.Ballet).

LA MONTAÑA, MEJOR FUERA DE CARRERA

En plena competición, depende del ritmo, si hay estrés o no, lo disfruta en mayor o menor medida. «El problema es cuando el ritmo es demasiado alto en la carrera. Si te metes en un grupo bueno no hay estrés por no llegar fuera de control y disfrutas las montañas. En Dauphiné, el año pasado, fuimos a La Clusaz, al paso del Colombière, fue hermoso y me dije a mí mismo que tenía que volver para pasear».

Desde que era niño, Arnaud Demare, «Nono» entre sus compañeros, está impactado por la París-Roubaix, sobre todo porque sale de la ciudad picarda de Compiègne. Su padre, Joshua, que conduce la moto para sus entrenamientos, es un excorredor que hizo carreras en Oise. Su madre, Nadine, también fue ciclista.

En el entrenamiento de su equipo, Arnaud Demare puede encontrar el apoyo de dos exganadores de la «Reina de los clásicos». Marc Madiot, el gerente general, ganó dos veces (1985 y 1991). Frédéric Guesdon, uno de los directores deportivos, es el último ganador francés (1997).

El corredor del FDJ Groupama sabe manejar la presión, la tiene desde que ganó el campeonato mundial sub’23 de 2011. En su equipo actual es uno de los dos líderes, junto con Thibaut Pinot, el líder para la general. Damare tuvo la plena confianza de Marc Madiot, con cuya dirección ganó la Milán-San Remo 2016.

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