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• Crónica

Julian Alaphilippe vence de forma holgada en la ‘Classicissima’

Foto: Milán-San Remo

23 marzo, 201923 marzo, 2019

Julian Alaphilippe da una nueva victoria al Quick-Step en un final donde se impuso de forma holgada en el sprint final. El francés volvía a sumar y demostrar que su nivel es intratable. Se impuso a Valverde, quien entró en el Top-10 y a Peter Sagan. Completaron el podio de la carrera Naesen, segundo, y Kwiatkowski, tercero; en una carrera que terminaron en 6h 40’14». Alaphilippe no dio opciones a ninguno de los ciclistas y sumó una victoria más para su equipo.

A falta de diez kilómetros para el final el Quick-Step preparó el ataque final. Lanzó a los gregarios de lujo en la ascensión final en la que Viviani se quedó. Lanzó el ataque Clarke pero justo después Alaphilippe se fue en solitario. Le siguieron los favoritos a la carrera. Alejandro Valverde quería triunfar, pero no fue el único que siguieron al francés. Trentin, Van Aert, Peter Sagan y Michal Kwiatkowski no perdieron comba a falta de cinco kilómetros para el final. Bajó el ritmo del grupo que iba a coronar la carrera, en donde los favoritos optaban a una Milán-San Remo en donde apareció también a cola del grupo Dumoulin.

Se controlaban los favoritos en un ataque que lanzó Naesen y comenzó a tensar el grupo. Trentin pasó por delante del grupo y los favoritos luchaban por coger la mejor posición para el sprint final. La Milán-San Remo se iba a decidir en el último kilómetro. Se tantearon todos, se miraron y a menos de 500 metros para el final se lanzó el ataque final. Valverde no entraba entre los favoritos y Alaphilippe estaba puntero para llevarse la 110 Edición de la Milán San Remo. Y así fue, el francés del Quick-Step no dio oportunidad a ninguno de los aspirantes del sprint final.

Tras la victoria, Julian Alaphilippe analizó la carrera visiblemente emocionado. El francés dijo tras la victoria: «Necesitaré un tiempo para analizar y valorar lo conseguido hoy. Hemos realizado una carrera difícil y hemos estado centrados. He seguido a Mohoric a 600 metros y no he cometido ningún error. ¡ES INCREÍBLE!«.